Desinstalar un controlador problemático
Muchas veces el mejor driver es el que ya estaba instalado antes de actualizar a Windows 10, pero el sistema nuevo insiste en cambiarte el controlador por otro. Para evitar esto deberás prevenir de forma manual la reinstalación del mismo la próxima vez que actualices Windows. Recuerda que con Windows 10 no puedes evitar que el sistema descargue actualizaciones, solo puedes decidir cuando instalarlas.
- Abre el Administrador de dispositivos haciendo clic derecho sobre el botón de inicio.
- Selecciona el driver en la lista de dispositivos, luego haz clic derecho sobre él y presiona “Desinstalar”.
- Si te ofrecen la opción “Eliminar el software de controlador de este dispositivo” márcala también.
Si la versión anterior de ese controlador te funcionaba bien, puedes en lugar de desinstalar, elegir la opción propiedades del driver, y luego en la pestaña “Controlador” seleccionar “Revertir al controlador anterior“.
Hasta aquí solo te deshiciste del driver problemático, ahora necesitas hacer un par de cosas más para evitar que regrese con la próxima ronda de actualizaciones.
Evitar que un driver se reinstale en Windows 10
- Descarga la herramienta de Microsoft para mostrar y esconder actualizaciones.
- Ejecuta el archivo descargado y sigue las instrucciones del solucionador de problemas.
- Presiona siguiente, y luego haz clic en “Hide updates” (esta utilidad no tiene versión en español).
- Selecciona los drivers que veas en la lista y que desees esconder. Estos son los controladores que Windows instala automáticamente con cada actualización, y además no muestra en la lista de actualizaciones.
Evitar que todos tus controladores reciban actualizaciones
- Abre el Panel de Control, selecciona “Sistema y Seguridad” y luego “Sistema“
- Elije a la derecha la opción “Configuración avanzada del sistema“
- Selecciona la pestaña “Hardware” y luego haz clic en “Configuración de la instalación de dispositivos“.
- Selecciona la opción “No” y guarda los cambios.
Esto evitará que todos tus drivers reciban actualizaciones futuras. Utiliza esta opción solo en el peor de los casos, es decir, si tienes problemas con varios controladores cuando se actualizan, y si tienes versiones estables de tus drivers y estás seguro que no necesitarás actualizar más.