“WiFi lento” es posiblemente una de las búsquedas más populares a lo largo de los últimos años. Bien es cierto que el equipamiento de los operadores ha dejado bastante que desear pero también existen algunas razones por las que podemos estar perdiendo rendimiento y que están en nuestra mano. Os contamos cuáles son estas razones y sus posibles soluciones.
La proliferación de los dispositivos móviles, tanto fuera como dentro de casa, aumenta lanecesidad de contar con unas redes inalámbricas capaces de dar un servicio de calidad. Además, las conexiones son cada vez más rápidas y las redes WiFi de muchos hogares no terminan de aprovechar estas mejoras.
Lo cierto es que existen varias razones que pueden estar haciendo que la red WiFi no funcione de forma correcta y no aproveche el máximo sus posibilidades. Algunas de ellas no están en nuestra mano mientras que otras sí lo están y podemos influir en ellas directamente. A continuación, veremos tres motivos sobre los que podemos actuar para mejorar la velocidad.
Posición del router
Lo hemos comentado en más de una ocasión pero la colación del router puede marca la diferencia y elevar notablemente el rendimiento de la red inalámbrica.
Lo primero a lo que tenemos que prestar atención es la altura. Siempre es mejor colocar el router lo más alto posible y no se recomienda dejarlo en el suelo o escondido detrás de objetos. De esta forma, tendremos menos interferencias y la señal será mucho mejor en toda la zona de cobertura.
En relación a esconderlo o camuflarlo utilizando objetos cotidianos para que no sea visible de forma directa, es importante destacar que algunos materiales pueden bloquear la señal WiFi. Principalmente, serán los metales los que más afecten a la señal aunque por normal general dejaremos el router al descubierto sin cubrir con nada.
Y la última sobre la posición del router es muy básica pero en muchas ocasiones se acaba obviando. Es crucial que este dispositivo se coloque en la zona central de la casa ya que la señal se expande en 360 grados y no tiene sentido pegarlo a una ventana o colocarlo en una habitación que linde con el vecino o la calle.
Interferencias
La red inalámbrica se propaga en forma de ondas por todo nuestro hogar, lo que implica quepuede sufrir interferencias desde otras fuentes emisoras. Dispositivos electrónicos, otros router WiFi, antenas de telefonía o microondas son algunas de las fuentes que pueden causarnos problemas. Aunque las redes WiFi utilizan una frecuencia diferente a estos dispositivos, lo cierto es que el ruido y las interferencias son algo común en nuestros hogares.
Los populares microondas, esos que utilizamos para calentar la leche todas las mañanas, pueden causar interferencias con la red WiFi. Esto es debido a que operan en la frecuencia 2.45 GHz, muy cercana a la 2.4 GHz habitual en la mayoría de routers. Aunque la mayoría de estos electrodomésticos están sellados para evitar que las ondas salgan, lo mejor es evitar su cercanía con el router.
También se pueden producir interferencias con los dispositivos Bluetooth aunque esto no debería ser demasiado habitual por los mecanismos implementados para que esto no ocurra. Pese a ello, se recomienda no colocar los dispositivos demasiado cerca del router y probar a apagarlos para ver si mejora la señal inalámbrica.
Por último tenemos la fuente más curiosa de interferencias: las luces de navidad. Tal y como vimos en diciembre del pasado año, estas luces generan campos electromagnéticos que pueden llegar a producir interferencias. Lo cierto es que estas deberían ser mínimas y sería necesaria una gran cantidad de luces para afectar de forma considerable, pero no está de más tenerlo en cuenta.
Vecinos
Llegados a este punto seguro que te estarás preguntando ¿qué tienen que ver mis vecinos con la lentitud de mi red WiFi? Pues tienen mucho que ver y no sólo porque puedan estar “robándote” la conexión. Hoy es raro que no exista una red WiFi en cada casa, lo que provoca saturación en el espectro de frecuencia. En este punto es importante la elección del canal ya que utilizar uno muy concurrido puede afectar al rendimiento.
Recuerda medir el rendimiento de la conexión y su velocidad antes y después de los cambios con la herramienta Test de Velocidad. Podrás hacerlo desde la web o bien mediante las aplicaciones móviles disponibles para iOS y Android: