Hace poco la compañía SplashData desvelaba cuales eran las contraseñas más utilizadas y menos seguras utilizadas por los internautas durante el pasado año 2015 y donde nuevamente volvía a ser “123456” la contraseña más utilizada y evidentemente la más fácil de adivinar. Lo cierto es que la necesidad de tener que registrarnos en un gran número de los sitios web que frecuentamos a diario, hace que mucha gente caiga en este error.

Sin embargo, son muchos usuarios los que han dejado de usar contraseñas tan evidentes con el objetivo de mejorar su seguridad y privacidad. Usuarios que han comenzado a sufrir el problema de contar con tantas contraseñas tan difíciles de recordar que cuando pasan un tiempo sin usarlas se olvidan fácilmente.

Hoy en día existen algunas herramientas que nos permiten gestionar nuestras contraseñas para que esto no nos suceda, pero mucha gente desconoce de su existencia o no saben cómo utilizarlas. Afortunadamente, los navegadores modernos también ofrecen una manera de ver y administrar fácilmente las contraseñas guardadas desde el propio navegador, es por eso, que vamos a ver a continuación la manera de recuperarlas en los principales navegadores.

Chrome

Si eres de los que usan el navegador web de Google para acceder a Internet y quieres ver la contraseña de algunos de los sitios en los que estás registrado y has guardado en el navegador, tendrás que acceder a la Configuración del mismo desde el botón de menú o bien escribiendo directamente en la barra de dirección “chrome://settings/”.

Una vez se muestre la pantalla de configuración de Chrome, hay que acceder a la Configuración Avanzada y una vez ahí buscar en la parte inferior la sección de Contraseñas y Formularios que será desde donde podemos acceder a Administrar Contraseñas.

Al pulsar sobre esta opción se nos mostrará una nueva ventana con el listado de sitios en los que hemos guardado nuestras credenciales y donde podremos mostrar la contraseña de cada uno de ellos si seleccionamos uno y pulsamos sobre Mostrar. Para que se nos muestre, será necesario introducir la contraseña de Windows para que el sistema verifique que eres tú y no otra persona la que intentan acceder a esta información.

Firefox

Para los usuarios de Firefox, tendremos que acceder a las opciones del navegador desde el botón de menú del mismo y en la ventana que se muestra a continuación seleccionar la opción Seguridad que se muestra en el lateral izquierdo de la misma y que nos permitirá acceder al botón de Contraseñas Guardadas en Firefox.

En ese instante se abrirá una nueva ventana en donde podremos ver todos los sitios en los que hemos guardado nuestro usuario y contraseña junto la fecha en la que hemos accedido por última vez. Si necesitamos recuperar la contraseña de alguno de ellos, tendremos que pulsar sobre el botón de Mostrar Contraseñas, que añadirá una columna más en la tabla superior con cada una de ellas.

Opera

El navegador Opera nos permite acceder a la configuración del mismo desde el botón con el icono del navegador que se encuentra en la esquina superior izquierda de la ventana. A continuación es necesario entrar en la sección de Privacidad y Seguridad que se muestra en el menú de la izquierda y a continuación pulsar sobre el botón de Administrar contraseñas guardadas. Al igual que en Chrome, una vez se nos muestre el listado, al seleccionar cualquiera de los sitios y pulsar en Mostrar podremos recuperar la contraseña, eso sí, debemos identificarnos con las credenciales de Windows previamente.

Internet Explorer

Aunque Microsoft Edge llegaba con Windows 10 para sustituir definitivamente a Internet Explorer, todavía es posible utilizar el navegador web que ha acompañado al sistema operativo de Microsoft durante años, y al igual que en los otros navegadores, es posible recuperar las contraseñas que hemos guardado en caso de que las olvidemos.

Para ello debemos pulsar sobre el botón de ajustes del navegador y seleccionar Opciones de Internet para posteriormente ir a la pestaña de Contenido y en la sección Autocompletar hacer clic sobre el botón Configuración. Es hará que veamos una nueva ventana en la que podremos pulsar sobre la opción Administrar contraseñas y que nos abrirá el listado con las credenciales guardadas en el navegador.

Al desplegar cualquiera de ellas tendremos la opción de Mostrar Contraseña, aunque como en los anteriores casos tendremos que identificarnos previamente para que el sistema se asegure que no está intentando acceder a esta información confidencial otras personas que hayan podido tener acceso a nuestro ordenador.

Microsoft Edge

Por todos es sabido que Microsoft continua trabajando por mejorar el navegador con el que cuenta Windows 10,  por lo tanto, aunque ahora es posible decirle al navegador si queremos guardar o no nuestro usuario y contraseña, no nos permite recuperarlas. Esperamos que en posteriores actualizaciones sea posible hacerlo.

Es innegable que vivimos en un mundo conectado en el que encontramos cada vez más redes WiFi y dispositivos conectados. Raro es el hogar español que no cuenta con una conexión a Internet y varios dispositivos que hacen uso de ella para estar al tanto de lo que ocurre en la red, consultar el correo electrónico, chatear con familiares y amigos o ver lo que pasa en las redes sociales.

Es muy frecuente ver como cada vez que tratamos de conectar un nuevo dispositivo a nuestra red WiFi nos preguntamos, ¿cuál era la contraseña?. Si estamos en casa y no hemos cambiado la que viene por defecto, basta con ir hasta donde tenemos el router y ver la pegatina que tiene en la parte trasera del mismo. Sin embargo, es probable que la hayamos cambiado por motivos de seguridad o estemos en la cafetería a la que solemos ir con nuestro portátil Windows en el que tenemos la conexión guardada para que se conecte al identificarla.

En estos casos, si no sabemos donde tenemos la contraseña guardada o no queremos molestar para que nos la vuelvan a facilitar y así conectarnos a ella desde un móvil o tablet, existe la manera de recuperarla desde nuestro equipo Windows 10 siguiendo estos sencillos pasos.

No hay que decir, que para ello es necesario que nuestro ordenador o portátil tiene que estar conectado a dicha red, por lo tanto, una vez comprobado esto, lo primero que debemos hacer es acceder al centro de redes y recursos compartidos de nuestro equipo. Lo podemos hacer a través del menú oculto en Windows 10 que se muestra cuando pulsamos el botón derecho del ratón sobre el logotipo de Windows del menú Inicio y a continuación seleccionar la opción Panel de control > Centro de redes y recursos compartidos, abriendo una ventana del símbolo del sistema y ejecutando el comando ncpa.cpl o bien escribiendo este mismo comando desde el cuadro de búsqueda de la barra de tareas.

De cualquier forma, veremos cómo se nos muestra una nueva ventana en la que veremos las redes WiFi guardadas, entre ellas a la que estamos conectados y sobre la que haremos clic para que se nos muestre la ventana de estado del WiFi. En ella veremos datos generales de la conexión y la actividad de la misma junto con varios botones, entre ellos tenemos que buscar el de Propiedades inalámbricas y pulsar sobre él. En ese instante se nos mostrará una nueva ventana con las propiedades de la red y donde tendremos que ir a la pestaña deSeguridad.

Ahí veremos cómo se muestra con asteriscos la clave de la conexión y por lo tanto con sólo marcar el check de Mostrar caracteres, veremos cómo se nos muestra la contraseña de la WiFi a la que estamos conectados y que será la misma que debemos indicar a la hora de conectarnos a ella desde el móvil u otros dispositivos.

Seguramente en varias ocasiones te haya pasado que mientras trabajas frente a tu ordenador Windows, en el que estas reproduciendo tu música favorita y a la que has ajustado el volumen para que te permita mantener la concentración, un sonido del sistema o la reproducción de algún contenido en el navegador nos deja momentáneamente sordos y nos pega un susto importante al escucharse con un volumen muy alto.

Esto es debido a que Windows permite realizar ajustes individuales de las distintas aplicaciones para que esto no nos ocurra o podamos disfrutar de ellos de la manera que más nos guste. Lo cierto es que se trata de una característica que lleva acompañando un tiempo al sistema operativo de Microsoft, y en las versiones anteriores a Windows 10 se podía tener acceso a un completo mezclador de sonidos con sólo pulsar con el botón derecho del ratón sobre el icono del altavoz en la barra de tareas y seleccionando la opción Abrir mezclador de volumen.

Pero lo cierto es que con la llegada de Windows 10 este completo mezclador es posible que lo hayamos  perdido y para recuperar el de Windows 8 o Windows 7 al que estábamos acostumbrados vamos a tener que realizar algunos ajustes en el Registro del sistema.

Para ello lo primero que debemos hacer es abrir una ventana del símbolo del sistema y ejecutar el comando regedit o escribir este mismo comando en la caja de búsqueda de Cortana. Esto nos solicitará que aceptemos los permisos para que la aplicación realice cambios en nuestro equipo y por supuesto los tendremos  que aceptar.

Una vez dentro del registro de Windows 10, debemos navegar hasta la rutaHKEY_LOCAL_MACHINE \ Software \ Microsoft \ Windows NT \ CurrentVersion \ MTCUVC. En el caso de que el directorio MTCUVC no exista, tendremos que proceder a crearlo pulsando con el botón derecho del ratón sobre el directorio CurrentVersion y añadiendo Nueva > Clave.

Una vez hecho esto, en la entrada que acabamos de crear debemos crear un nuevo valor DWORD de 32 bits llamado EnableMTCUVC y asignarle el valor 0 o 1 en función de si queremos activarlo o desactivarlo. En caso de que exista, tendrá el valor 1 y por lo tanto tendremos que proceder a cambiarlo. Una vez hecho esto, ya podremos cerrar la ventana de registro de Windows y reiniciar el equipo para que los cambios sean efectivos.

Realizar un mantenimiento periódico del navegador de Internet es clave para asegurar su buen funcionamiento en el futuro. Para facilitar esa labor contamos con una herramienta en forma de extensión para Google Chrome. History Eraser nos permitirá realizar una limpieza a fondo de forma sencilla de varios elementos del navegador.

Google Chrome llega a su versión 48 mientras domina con mano de hierro el mercado mundial de los navegadores. En nuestro país tiene una cuota de mercado que supera el 60% mientras que sus rivales quedan muy lejos con Mozilla Firefox con el 17% e Internet Explorer con el 11%. Hoy os traemos una extensión para limpiar a fondo el navegador y asegurar su buen funcionamiento a lo largo del tiempo. History Eraser está disponible en la Chrome Web Store con una valoración de 5 estrellas sobre más de 9.000 opiniones.

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History Eraser

Desarrollador: www.hotcleaner.com “>www.hotcleaner.com

Precio: Gratis

Se trata de una extensión muy sencilla y potente al mismo tiempo. Aunque Google Chrome nos permite realizar algo parecido desde el menú de Ajustes, esta herramienta lo pone a golpe de clic desde la barra de extensiones. Una vez la hayamos instalado, en la barra de extensiones veremos su icono en forma de borrador que nos dará acceso al menú nada más pulsar sobre el mismo. La apariencia es la siguiente:

Aunque está todo en inglés, no resulta complicado saber para que sirven cada una de las opciones. En un primer grupo nos encontramos con la posibilidad de borrar el historial, la caché, las contraseñas guardadas, el almacenamiento local, las cookies y demás elementos habituales del navegador. Podemos marcar los que queremos borrar o realizar una limpieza manual pulsando sobre el icono de la papelera. Además, el icono de la lupa nos dará acceso a ver cuáles son los elementos de ese tipo que se borrarán.

Existen varias secciones más para aplicaciones y extensiones que nos permitirán tenerlo todo limpio como una patena. En la sección “Advanced” podremos cambiar el comportamiento de la extensión con respecto a las pestañas abiertas o al navegador. Una vez marcadas las casillas de los elementos que queremos borrar, pulsaremos en “Run Eraser” para comenzar el borrado. Si queremos consultar todo lo eliminado, podremos acceder a “History”.

Desde la universalización de los equipos y estándares inalámbricos, nuevas tecnologías han ido sumándose hasta formar la completa galería de siglas y cifras que tenemos hoy día. WiFi 802.11 ah/b/g/n…lo que a priori puede parecer un baile de letras esconde un motivo por el cual que hacen que los dispositivos se conecten a las redes inalámbricas de nuestro hogar.

El protocolo WiFi 802.11 establecido hace décadas por el Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (IEEE) delimitaba en su inicio la velocidad de 1 y 2 Mbit por segundo, pero ¿a qué responden las letras que lo han ido acompañando posteriormente? Cada una de estas siglas muestra la modificación del protocolo a la cual pertenece y que ha servido para delimitar nuevas características como una mayor velocidad de transmisión de información o alcance.  Vamos a ver en qué consiste cada estándar Wi-Fi.

WiFi 802.11a

La primera revisión del estándar 802.11 nació allá por el año 1999 y opera sobre la banda de frecuencias de 5 GHz, con una velocidad máxima de 54 Mbps, seguía ofreciendo no obstante el problema de una excesiva atenuación en el aire debido a la banda en la que operaba, por lo que era necesario estudiar la expansión a nuevas bandas de frecuencias.

WiFi 802.11b

La revisión 802.11b comenzó a gozar pronto de una gran aceptación en general debido a que al operar en la banda de 2,4 GHz se reducía la atenuación eliminando muchas interferencias mejorando la calidad de la señal Wi-Fi. La velocidad de transmisión que ofrecía quedó establecida en unos teóricos 11 Mbit/segundo, pero su principal lastre fue que la cobertura en interiores quedaba limitada a un radio de 50 metros.

WiFi 802.11g

Sin salir del ancho de banda de 2,4 GHz, el Wi-Fi g aprobado en el año 2003 igualaba en lo que respecta a la velocidad de transmisión máxima teórica de 54 Mbit/seg, al estándar apero mejoraba a su vez también la cobertura en interiores y exteriores que ofrecía el estándar b, lo que provocó la popularización de equipos que la implantaron en todo el mundo.

WiFi 802.11n

Sin duda uno de los grandes puntos de inflexión en las conexiones inalámbricas, gracias a la implementación de las redes MIMO en el estándar Wi-Fi, ya que aunque dichas antenas estaban ya presentes en equipos 802.11g, aquí comenzaron a normalizarse gracias a las ventajas de esta tecnología. Además de ser compatible con los estándares anteriores, con el Wi-Fi 802.11n se cubren velocidades de transferencia de entre 150 y 600 Mbps, garantizando velocidades de conexión de 300 Mbps estables en este último caso.

Por otra parte. la tecnología MIMO hace uso de varias antenas instaladas en el router para el envío y recepción de datos de manera simultánea.  Aplicada a este estándar se ayuda a lograr coberturas de hasta 120 metros en interiores y 300 metros en exteriores.

WiFi 802.11ac

El nuevo estándar WiGig trajo consigo las grandes velocidades a las conexiones inalámbricas y prueba de ello es el avance conseguido con el Wi-Fi 802.11ac. Gracias a la tecnología beamforming para focalizar las señales de radio, el alcance de estas redes inalámbricas es superior incluso a pesar de operar en la banda de 5 GHz y a velocidades mucho mayores gracias a las antenas múltiples –hasta un máximo de 4-. En este caso, la velocidad teórica queda fijada hasta en 1.300 Mbps.

WiFi 802.11ad

La tecnología Wi-Fi bautizada como WiGig también de las más recientes y aunque todavía no es muy conocida para el gran público, pronto comenzará a serlo dado su increíble potencial. No solo porque ya se han anunciado equipos compatibles con la misma, como elTalon Ad7200 de TP-Link, sino sobre todo por las velocidades de hasta 4,6 Gbps que puede ofrecer en la banda de frecuencias de 60 GHz.

WiFi 802.11ah

Esta revisión conocida por “HaLow” ha sido la última en llegar y lo hace dispuesta a plantear una seria alternativa al Bluetooth de cara a explotar el sector del Internet de las Cosas y encauzar las conexiones de los dispositivos conectados en el hogar el día de mañana. En este caso hablamos de un ancho de banda de 900 MHz por lo que ofrece un alcance mayor que las redes que operan sobre 2,4 GHz además de ayudar a aligerar dicha banda dirimiendo el tráfico de conexiones de los dispositivos conectados del hogar.

Por último cabe señal que además de los mencionados, existen otros menos extendido como el 802.11c, o versiones de corte regional como el 802.11j en Japón que equivale al Wi-Fih.  Sin olvidar novedades al respecto, como los avances para contar con más ancho de canal, el progreso de la tecnología MU-MIMO centrada en las transferencias simultáneas desde varios clientes o el desembarco de Wi-Fiax en 2019 con velocidades de hasta 10 Gbps.

Estamos navegando tan tranquilos por Internet y de repente la conexión deja de funcionar. Decidimos confiar en el “solucionador” de problemas de Windowspara ver qué puede estar pasando. Después de unos segundos el diagnóstico es claro: “El servidor DNS no responde”. ¿Qué podemos hacer cuando esto ocurre? ¿Es recomendable aprovechar para usar unos DNS alternativos?

No vamos a entrar a explicar el funcionamiento de las DNS. Este elemento fundamental para navegar por Internet tiene influencia en varios aspectos de la conexión, como su velocidad, estabilidad, acceso a sitios “bloqueados”, seguridad, filtros parentales y mucho más. De forma automática,nuestro proveedor de Internet nos asigna unos servidores DNS por defecto pero existen varias razones para darle una oportunidad a unos de terceros.

Y ahora sí, vamos a ver qué podemos hacer cuando nos enfrentamos al mensajes de “El servidor DNS no responde”. Por suerte, aunque es un error bastante frecuente que aparece a los usuarios, su solución también suele ser muy sencilla en la mayoría de los casos. Un error similar es el que aparece con el texto: “Windows no se puede comunicar con el dispositivo o recurso (servidor DNS principal)”. Si vemos alguno de estos, vamos a ver qué hacer.

Los primero es ejecutar Símbolo del sistema o cmd algo que conseguiremos hacer de forma sencilla en Inicio > Ejecutar donde escribiremos sin comillas “cmd”. También podremos encontrarlo fácilmente utilizando el buscador del menú de inicio. Una vez hecho esto se nos abrirá una consola de comandos. En el símbolo del sistema, escriba los comandos siguientes y presionaremos Enter después de cada uno de ellos.

ipconfig/flushdns

ipconfig/registerdns

ipconfig/release

ipconfig/renew

• Puedes encontrar más comandos de ipconfig en la web de Microsoft.

Una vez agotadas estas opciones, es el momento de pasar a una solución más drástica aunque bastante eficaz como es reiniciar el router y el ordenador. En un alto porcentaje de los casos, esto resuelve el problema de las DNS y hace que la conexión vuelve a funcionar.

La compañía de la manzana no lo está poniendo nada fácil, las versiones bases de 16GB ya se están quedando bastante anticuadas y aún siguen estando en venta, muchos usuarios debido a que aprovechan ofertas económicas de operadores o porque su presupuesto es tan ajustado que no le permite adquirir una versión de mayor espacio, tienen el malestar de aguantar cada día el mensaje de “Espacio lleno, elimine archivos de su dispositivo”. Con la aplicación que os vamos a mostrar hoy, esto dejará de ser un problema habitual.

iMyfone Umate es un app que está disponible tanto paraOS X como para Windows y nos permitirá liberar espacio de una forma bastante radical, en mi caso, limpiando una cantidad de 20 GB de mi dispositivo.

Cuenta con una interfaz que la hace muy eficiente, aunque solo está disponible (por lo menos en la versión de OS X) en inglés.

En cuanto a lo técnico, los apartados de limpieza en los que se divide son:

• Archivos basura
• Archivos temporales
• Compresión de fotos (ahorra hasta un 75% de almacenamiento)
• Archivos pesados
• Aplicaciones que no usas habitualmente

Con los archivos pesados y las aplicaciones que no usamos habitualmente, genera una base de datos en la cual podemos elegir lo que tiene importancia para nosotros y lo que es prescindible.

El único ‘pero’ que tiene esta maravillosa utilidad es que cuenta con la necesidad de llevarse más de una hora por cada apartado, eso hace que tanto tiempo sin utilizar nuestro terminal llegue a ser tedioso. Aunque, personalmente, es la mejor aplicación que he encontrado para hacer limpieza de archivos, así que, quien algo quiere algo le cuesta.

Recomiendo ver el vídeo siguiente donde muestro mi experiencia usando el programa iMyfone Umate:

https://youtu.be/HxIFeEHVtig

Tras el lanzamiento de Windows 10 el pasado verano, han sido muchos los usuarios que han actualizado sus equipos de forma totalmente gratuita, ya que eran usuarios de Windows 7 y Windows 8, mientras que otros se han encontrado con esta última versión del sistema en los equipos que han comprado recientemente.

De cualquier forma, todos ellos habrán visto como el navegador Microsoft Edge ha llegado totalmente integrado en Windows 10 con el objetivo de ofrecer un nuevo servicio a los usuarios y sustituir definitivamente a Internet Explorer.

Pero seis meses después de su llegada, parece que el navegador web de Microsoft no solono está teniendo el éxito que la compañía esperaba sino que para muchos de los usuarios resulta ser una molestia, ya que es el navegador por defecto en Windows 10 y con el que se abren por defecto los enlaces a sitios web o incluso ficheros con formato PDF.

Siempre tenemos la posibilidad de configurar nuestro sistema para usar otros programas de forma predeterminada para este tipo de acciones, pero si lo que quieres es bloquear el uso de Microsoft Edge de forma definitiva para no tenernos que volver a preocupar de que cualquier otra acción va a ser asociada a través del navegador, para eso vamos a tener que echar mano de Edge Blocker.

Una sencilla herramienta que no hace otra cosa que lo que su propio nombre indica, bloquear el navegador para que ni el propio usuario ni otra aplicación sea capaz de lanzar nada a través de Microsoft Edge. Esta aplicación está disponible para su descarga de forma totalmente gratuita desde este mismo enlace, que nos facilita un fichero comprimido en formato .ZIP.

Una vez que lo descomprimamos y ejecutemos, no podría ofrecer una forma más sencilla de utilizarse, puesto que muestra una interfaz con sólo dos botones de generoso tamaño que bloquean y desbloquean el uso de Microsoft Edge. Una vez que bloqueemos su uso, podemos comprobar que ni las aplicaciones que hagan uso de él ni nosotros mismos, podremos forzar que algo se abra a través del navegador web Edge.

Para saber si tenemos bloqueado su uso, Edge Blocker se mostrará en color rojo si está bloqueado, mientras que se mostrará en azul si no lo está. Con el bloqueador activo podemos probar a abrir un enlace con Microsoft Edge o simplemente pinchar con el botón derecho del ratón sobre un pdf y elegir la opción de abrir con Microsoft y ver cómo resulta imposible lanzar cualquier acción a través del navegador, puesto que éste se queda totalmente bloqueado para cualquier uso.