BLOG – Envía archivos a otras personas, sin importar su tamaño

Cuando queremos compartir un archivo con otras personas, la forma más utilizada es subirlo a un servidor de almacenamiento y, desde allí, compartirlo con él. Aunque esta es una forma bastante útil, requiere mucho más tiempo que una transferencia directa y, además, debemos tener en cuenta que el archivo se está almacenando en un servidor intermedio, por lo que otras personas o los mismos dueños del servidor podrían acceder a él. Para evitar que esto ocurra debemos optar por el uso de transferencias de archivos directas vía P2P, como es el caso de FilePizza.

FilePizza es una sencilla plataforma que nos permite compartir archivos con una o varias personas a la vez a través del protocolo WebRTC haciendo uso de la tecnología P2P de manera que los datos viajan directamente desde nuestro ordenador hasta el ordenador del destinatario, evitando el uso de cualquier servidor central que pueda almacenar nuestro archivo. La plataforma no requiere ningún tipo de registro ni pide ningún dato personal, por lo que, gracias a esto, podemos enviar de forma totalmente gratuita cualquier archivo de cualquier tamaño de forma segura y anónima, dentro de lo que cabe esperar del protocolo WebRTC.

FilePizza solo funciona con los navegadores Google Chrome y Firefox, por lo que si somos usuarios de Internet Explorer e incluso del nuevo Microsoft Edge no podremos hacer uso de esta plataforma al no ser estos navegadores compatibles con los nuevos protocolos utilizados por esta plataforma.

Cómo funciona FilePizza

Para enviar un archivo a través de FilePizza, lo único que debemos hacer es acceder a su página web y, en la parte central, pulsar sobre “Select a file“.

En la ventana del explorador de Windows que nos aparece debemos buscar el archivo que queremos enviar. Lo seleccionamos y lo cargamos en la plataforma. Podremos ver cómo el logotipo de la plataforma empieza a girar y, en la parte inferior, nos aparece una URL con varios ingredientes, la cual debemos enviar a las personas con las que queremos compartir nuestro archivo.

Cuando una persona accede a la URL para descargar el archivo verá un resumen del mismo y un botón llamado “Download“.

Si pulsamos sobre él, comenzará la transferencia. La velocidad de la misma estará limitada por varios factores, aunque los principales que pueden generar una baja velocidad son la velocidad de subida de quien envía los datos y las limitaciones del protocolo WebRTC.

Una vez finalice la transferencia, el destinatario ya tendrá el archivo. Este fichero quedará compartido de forma indefinida hasta que cerremos la web. Como la transferencia del archivo es directa y no depende de ningún servidor central, una vez cerremos la pestaña de nuestro navegador, el archivo dejará de estar disponible para siempre.

BLOG – Adjunta archivos grandes desde tu cliente de correo

La mayoría de servidores y clientes de correo electrónico no aceptan el envío de correos con archivos adjuntos de un tamaño superior a 25 MB e incluso menos. Puedes sortear este problema con la siempre inestimable ayuda de los diferentes servicios de almacenamiento en la nube.

1: Envía un archivo desde OneDrive con Outlook

Los principales clientes de correo pertenecen a una empresa que, a su vez, cuenta con algún tipo de servicio de almacenamiento en la nube y las opciones necesarias para que ambos servicios trabajen de forma conjunta.

En el caso de Microsoft este servicio de almacenamiento en la nube es OneDrive, que permite enlazar archivos para su envío por correo electrónico y evitar de ese modo las restricciones de tamaño de los adjuntos de los servidores de correo.

OneDrive es un servicio de almacenamiento en la nube que puedes utilizar desde sistemas Windows, OS X y los principales sistemas operativos móviles, por lo que no tendrás problema al instalarlo en tu equipo. De hecho, si estás utilizando alguna versión de Windows 8 en adelante, OneDrive ya estará instalado en el sistema.

Para vincular un archivo alojado en OneDrive a un correo electrónico, el archivo ya debe estar en OneDrive, por lo que el primer paso será copiarlo a la carpeta de OneDrive de tu sistema. Puedes hacer esta operación desde el Explorador de archivos de Windows o utilizando la función Agregar archivos de OneDrive.

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A continuación, desde la aplicación de OneDrive, accede al archivo y haz clic con el botón derecho del ratón sobre el archivo que quieres enviar por correo electrónico. En la barra de opciones de la parte inferior, haz clic sobre Compartir y elige Obtener un vínculo.

A continuación, elige el tipo de acceso que podrá tener la persona que reciba el vínculo. Por ejemplo, elige la opción Editar y pulsa sobre el botón Crear vínculo y se creará una dirección de enlace al archivo que se copiará en el portapapeles.

2: Utiliza el vínculo del archivo obtenido

Ahora que ya tienes el vínculo del archivo de gran tamaño copiado al portapapeles, puedes elegir qué hacer con él ya que puedes utilizarlo con cualquier cliente de correo.

En este caso, dado que vamos a utilizar Outlook, simplemente inicia el programa y haz clic sobre Nuevo mensaje de correo electrónico o pulsa CTRL + U.

A continuación, comienza a completar los campos necesarios para el envío pero, en lugar de utilizar la opción Adjuntar archivo, simplemente copia el contenido del portapapeles en el cuerpo del mensaje. De ese modo, quien reciba el correo podrá acceder directamente al archivo que le quieres enviar y podrá descargarlo en su equipo, aunque no sea usuario de OneDrive.

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3: Enlaza archivos en Outlook.com

Al igual que sucede en su versión de escritorio, la versión web de Outlook (antes conocido como Hotmail) también permite vincular archivos desde OneDrive, aunque lo hace de una forma incluso más sencilla que en la versión de escritorio que ya te hemos comentado. Para hacerlo, comienza por iniciar tu sesión en Outlook.com.

A continuación, haz clic sobre el icono de la esquina superior derecha y se mostrarán todos los servicios a los que tienes acceso desde tu cuenta de Outlook.com. Haz clic sobre el servicio OneDrive. Acto seguido accederás a tu espacio de almacenamiento en la nube.

En el supuesto que el archivo que quieres adjuntar al correo no esté ya en OneDrive, pulsa sobre la opción Cargar de la barra superior y súbelo a OneDrive.

Una vez ya tienes el archivo en OneDrive, accede a él y haz clic sobre él con el botón derecho del ratón. Ahora elige la opción Compartir.

En el cuadro que aparece, escribe la dirección de correo del destinatario y un breve mensaje.

Cuando termines, pulsa sobre Compartir y se enviará un correo a la dirección que hayas especificado con un vínculo desde en el que podrá descargar el archivo adjunto a su equipo.

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4: Vínculos de OneDrive con Correo

Si utilizas la app Correo que viene integrada en Windows, el proceso para enlazar archivos de OneDrive es todavía más sencillo y directo.

Crea el vínculo del archivo desde OneDrive, tal y como te mostramos en este práctico, pero una vez creado, pulsa sobre Compartir con y en el panel lateral aparecerán una serie de apps con las que puedes enviar el archivo. Una de ellas será Correo.

Pulsa sobre ella y, en ese mismo panel lateral, se creará un nuevo editor de correo electrónico al que se le ha añadido el vínculo al archivo de OneDrive.

Completa el resto de campos necesarios para el envío y haz clic sobre el icono Enviar para enviarlo.

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5: Enlaza archivos con Thunderbird

Thunderbird gestiona los archivos adjuntos de gran tamaño de una forma mucho más cómoda y sencilla para el usuario ya que, gracias a su función FileLink, prácticamente automatiza todo el proceso de subida de los archivos al servicio de almacenamiento en la nube y, una vez configurado, decide si adjunta el archivo en el correo electrónico de la forma tradicional o simplemente añade un vínculo al archivo para que el destinatario lo descargue en su equipo.

La función FileLink de Thunderbird viene desactivada por defecto ya que necesita una cierta configuración para funcionar, pero una vez realizada ese sencillo trámite, no querrás deshacerte de ella jamás.

Para activarla, accede al menú Herramientas de Thunderbird y haz clic sobre la entradaOpciones.

En el cuadro que aparece, accede a la pestaña Adjuntos y haz clic en la pestaña Saliente de ese apartado. A continuación, marca la casilla Ofrecerlo para compartir archivos mayores dey establece un límite de 20 MB que es el límite de tamaño de archivos adjunto más habitual entre los servidores de correo.

De ese modo, cuando necesites adjuntar un archivo de un tamaño superior a esos 20 MB, la función FileLink entrará en acción.

Ahora será necesario añadir un servicio de almacenamiento en la nube para que FileLink pueda subir allí los archivos adjuntos mayores de 20 MB que envíes y vincularlos a tus correos. En este aspecto la variedad de servicios de almacenamiento compatible es más bien escasa, por lo que se limita al servicio que ofrece Box.

Pulsa sobre Añadir y, si no dispones de una cuenta de Box, el propio cuadro de configuración te facilitará el proceso para obtener una.

Si por el contrario ya dispones de una cuenta Box, pulsa en Configurar cuenta para introducir el nombre de usuario y contraseña y permitir el acceso a la cuenta a Thunderbird. Una vez configurada, en esta sección aparecerá una representación gráfica del espacio libre y utilizado de Box.

6: Comienza a usar FileLink

Tras su configuración, el uso de FileLink es automático, aunque siempre advierte previamente al usuario de qué se dispone a hacer.

Comienza creando un nuevo correo haciendo clic sobre la opción Redactar de Thunderbird.

A continuación, completa los campos necesarios para el envío del correo y haz clic en Adjuntarpara adjuntar el archivo de gran tamaño que quieras enviar. El archivo aparecerá en la zona de adjuntos, pero en la parte inferior de la ventana de redacción se muestra una advertencia avisando de que el archivo adjunto es demasiado grande.

Haz clic sobre el botón Enlazar de esa advertencia y el archivo se subirá a tu cuenta de Box y el enlace se insertará en el cuerpo del mensaje.

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7: Vincula archivos grandes desde Google Drive

Con las últimas actualizaciones, se han mejorado algunas funciones que permiten vincular archivos de gran tamaño alojados en Google Drive al contenido de los correos enviados desde una cuenta de Gmail.

El proceso se basa en el mismo procedimiento que ya te hemos contado en el caso de los clientes de correo anteriores, pero como cada servicio tiene sus particularidades procedemos a explicártelo paso a paso.

Sin duda alguna, el hecho de que ambos servicios pertenezcan a la misma empresa hace que sea mucho más sencillo trabajar con ellos ya que el nivel de integración de ambos servicios es muy bueno.

Comienza por abrir el cuadro de redacción del correo electrónico y cumplimenta los campos necesarios para realizar el envío a su destinatario.

A continuación, haz clic sobre el icono de Insertar archivos con Drive de la barra de herramientas inferior de esa ventana. Haz clic sobre el apartado Mi unidad para buscar el archivo que quieres adjuntar.

En caso de no haberlo subido todavía a Drive, haz clic sobre la opción Subir. Ahora, haz clic sobre el botón Seleccionar archivos del equipo y busca en tu equipo el archivo que quieres subir a Drive para enviarlo como adjunto. Después, toca sobre Subir.

Cuando termines de subir el archivo, se añadirá como adjunto al cuerpo del mensaje.

Si es la primera vez que se ha compartido este archivo, probablemente te avisará de que el archivo que intentas enviar como adjunto nunca antes se había compartido y necesitará que le asignes unos permisos de acceso.

Despliega la lista y elige alguno de los modos permitidos y se insertará en el cuerpo del mensaje. Aunque en apariencia es un archivo adjunto, en realidad es solo un vínculo que apunta al archivo que has subido a Google Drive y que el remitente podrá descargar directamente desde el correo a su equipo tantas veces como desee.

8: ¿Utilizas Inbox?

Si prefieres utilizar Inbox, la interfaz alternativa de Gmail, como método para gestionar tu correo, estarás perdiendo parte de la facilidad para adjuntar archivos desde Google Drive, pero de todas formas podrás enviar los archivos que superen el límite de los servidores de correo.

El procedimiento para hacerlo no está tan integrado como en la versión “tradicional” de Gmail, pero no es para nada complicado.

Comienza accediendo a tu cuenta de Inbox y haz clic sobre el icono Aplicaciones de Google. A continuación, haz clic sobre el icono de Google Drive y accede al servicio, que muy probablemente se abrirá en una nueva pestaña.

Ahora, busca el archivo que quieres enviar como adjunto y haz clic con el botón derecho del ratón sobre él.

En el menú de opciones que aparece, elige Compartir.

Después, en el cuadro que aparece, pulsa sobre Copiar enlace y se copiará al portapapeles.

Ahora vuelve a la pestaña de Inbox y disponte a redactar un nuevo mensaje de correo desde el botón Redactar correo. Completa los campos necesarios para el envío y pega el contenido del portapapeles en el cuerpo del mensaje.

Cuando termines, envía el mensaje y al receptor del mensaje le aparecerá el enlace al archivo que quieres compartir con él y lo podrá descargar en su equipo aunque no disponga de una cuenta de usuario en Google Drive.

9: Dropbox como complemento externo

Dropbox es uno de los servicios de almacenamiento en la nube más utilizados, pero su uso no está tan integrado en los servicios de correo. Esto no significa que no puedas utilizarlo de la misma forma que los que hemos mencionado antes.

Para utilizar Dropbox como “puente” para enviar archivo adjuntos de gran tamaño será necesario instalar los respectivos complementos en los clientes de correo.

Por ejemplo, puedes implementar esta nueva función al correo de Gmail instalando una extensión para Google Chrome llamada Dropbox para Gmail.

Esta extensión te permitirá añadir adjuntos desde Dropbox y facilitar los envíos de los archivos más pesados.

Si utilizas Thunderbird, también puedes añadir compatibilidad para Dropbox cuando utilizas el sistema FileLink para adjuntar archivos grandes. Para ello será necesario instalar el complemento Dropbox for FileLink para Thunderbird.

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BLOG – Cómo saber quién te llama con número oculto

1: Descargar la aplicación correspondiente

Identificar números ocultos es posible tanto en Android como en iOS. La aplicación líder en este tipo de servicios es Truecaller, que cuenta con un 4,4 sobre 5 de valoración en Google Play. Una eficiente aplicación que funciona aunque hayas utilizado alguna de las opciones paraocultar el número de teléfono en iOS o Android.

Tiene un peso de casi 8 megas, por lo que es recomendable descargarla cuando tengamos un buen WiFi a mano. Hay otras aplicaciones que hacen lo mismo, pero no es recomendable experimentar con ellas al no haber recabado buenas opiniones de la comunidad.

2: Activar Truecaller

Antes de comenzar te someterá a un proceso de verificación. Funciona de forma similar a los de las apps de mensajería instantánea como Whatsapp o Telegram. En este caso no recibirás ningún mensaje, sino que se pondrá en contacto con el servidor de Truecaller para comprobar que la instalación se ha realizado con éxito.

Debe durar apenas unos segundos, por lo que no será necesario cerrar la aplicación que te permitirá saber quién te llama con número oculto en ningún momento.

3: Registrarte

A la hora de comenzar es necesario tener una cuenta. Solicitará que introduzcas una dirección de correo y una contraseña, aunque también da la opción de hacer login conFacebook. Al autorizar a Truecaller a usar nuestros datos de Facebook le estaremos abriendo la puerta a nuestra privacidad, pero al menos la app se compromete a no publicar nada en nuestro muro.

Al igual que el proceso de verificación, es cuestión de segundos. El servidor tomará prestada tu foto para terminar de configurar el perfil.

4: Probar su funcionamiento

Podemos hacer una pequeña prueba de cómo funciona la aplicación. El último paso antes de completar el registro es recibir una falsa llamada con número oculto. De forma simultánea y automática a esa llamada, la app identificará al supuesto emitente.

Una vez que hayamos comprobado que todo funciona correctamente, podemos dar por finalizado el proceso de instalación.

5: Cerrar la aplicación y dejar que se ejecute en segundo plano

Una vez registrado, la aplicación no necesita que configures nada. Puedes hacerlo si quieres, incluso comprar la versión profesional de la misma. En cualquier caso no será necesario paraidentificar llamadas con número oculto.

Si cierras la aplicación, seguirá corriendo en segundo plano a la espera del incauto que te llamará a las dos de la mañana. Seguramente se crea un genio del mal, pero lo que no sabe es que puedes identificar su número de teléfono oculyo y hasta su nombre sin tener que recurrir a la Policía.

BLOG – Consejos para elegir y comprar un ordenador portátil

Los portátiles son los PCs más populares en la actualidad, aunque las tabletas les pisen los talones cada vez con más fuerza. Con nuestros consejos para comprar un ordenador portátil, podrás escoger el modelo que más te conviene, desde un equipo clásico hasta un flamante ultrabook o convertible

1: Antes de empezar…

Los portátiles de 2016 pueden alcanzar una potencia equivalente a la de los PCs de sobremesa de gama media/alta. Así que nos brindan unas oportunidades que no existían hace unos años a la hora de trabajar, jugar, o procesar datos.

Elegir un portátil es un proceso más laborioso que comprar un ordenador de sobremesa. En un portátil el elemento clave es la batería, y nuestra misión es elegir correctamente sus componentes para alargar su autonomía lo máximo posible.

El mercado de este tipo de ordenadores ha cambiado mucho en los últimos años, hasta el punto de que el término “portátil” es sólo una de las muchas variantes que puedes encontrar. En primer lugar debes elegir el tipo de ordenador que necesitas.

Portátil: el término genérico para un ordenador autónomo. No tiene limitaciones de grosor, tamaño, potencia o componentes. La única condición es que tenga una batería para poder usarlo sin conectarlo a la corriente. Y que se pueda transportar, claro…
Ultrabook: una versión específica de portátil ideada por Intel para competir con los Macbook de Apple. Se caracteriza por su fino grosor y el uso de componentes concretas como una pantalla táctil o discos SSD o híbridos. Suelen tener un precio elevado.
Dos-en-uno o convertibles: en los últimos tiempos se han puesto de moda los convertibles que permiten extraer la pantalla para convertirla en una tablet. Muy útil en comodidad y labores de ocio, aunque suelen tener un rendimiento menor que los portátiles que mantienen todo su hardware en la carcasa.
Chromebooks: ordenadores de bajo coste con el sistema operativo ChromeOS, pensados para labores de Internet. No incluyen unidad de almacenamiento y exigen estar conectados de forma permanente a la Red, pues todo el trabajo se lleva a cabo en la nube. También funcionan en modo offline, pero con restricciones.

AsusChromebook C200MA

¿Qué uso le voy a dar?

Además de elegir el tipo de ordenador que más te conviene, debes pensar en el uso que le vas a dar, pues de ello depende aspectos como el tamaño de la pantalla y el hardware, que afectan a la duración de la batería. ¿Lo quiero sólo para trabajo de ofimática? ¿Voy a jugar con él, y por tanto necesito una CPU y una GPU potente? ¿Voy a ver películas, así que me iría bien una pantalla más grande? ¿Lo quiero principalmente para navegar o leer ebooks?

Piensa en todos estos aspectos para ir dando forma a las componentes que más te convienen. En este artículo nos vamos a centrar en los consejos para elegir y comprar un ordenador portátil estándar.

La batería

Piensa bien el tipo de batería que necesitas. Si vas a usar el portátil en una mesa frente a un enchufe, no es tan importante porque puedes recargar cuando quieras. Si lo vas a usar para viajar comprueba que la batería tiene una amplia capacidad o es fácilmente reemplazable por otra de repuesto. Hoy en día cada vez menos portátiles ofrecer baterías extraíbles. Es aconsejable una autonomía mínima de 7 horas. En este aspecto no te fíes de las especificaciones del fabricante, busca análisis independientes.

La carcasa

El material de la carcasa no sólo tiene una función estética. Los dispositivos más baratos suelen estar hechos de plástico, que es más pesado y disipa peor el calor. La gama alta suele usar carcasas de aluminio, aleaciones de magnesio o fibra de carbono. Materiales ligeros, resistentes, que eliminan bien el calor del procesador o el chip gráfico.

2: ¿Qué plataforma elegir?

La primera decisión que debes tomar para comenzar con los descartes, es la plataforma que vas a utilizar.

OS X El Capitán

MacBook Pro 15 2015

Los MacBook de Apple (Análisis) usan la última versión de OS X. Las posibilidades de este sistema operativo son similares a las de Windows 10, con algunas diferencias en la interfaz. En lugar de botones emergentes y menús desplegables OS X usa un dock en la barra inferior, en donde se anclan las principales apps y herramientas. Si tienes un iPhone podrás hacer llamadas desde el portátil. Los MacBook ofrecen un muy buen rendimiento y una interfaz mejorada gracias al nuevo Touch Pad que detecta la presión, pero no tienen pantallas táctiles y el precio es elevado.

ChromeOS

Los Chromebook son ordenadores baratos pensados para Internet. ChromeOS es un buen sistema operativo para navegar, acceder a las redes sociales, leer el correo o usar la nube, pero no puede manejar programas potentes y su funcionamiento offline es limitado.

Windows 10

El nuevo sistema operativo de Microsoft se adapta bien al nuevo hardware portátil, ofreciendo más rendimiento que los anteriores Windows. Además dispone de una interfaz capaz de funcionar en modo PC o tablet, si tienes una pantalla táctil. Con tecnologías de referencia que en unos meses serán muy comunes como Continuum o DirectX12. Es, sin duda, la mejor elección en la mayoría de los casos, especialmente si vas a usar mucho software de PC o juegos.

3: El tamaño y tipo de la pantalla

Nuestro primer consejo para elegir y comprar un ordenador portátil estándar, se va centrar en la pantalla. Esta elección va a fijar también el tamaño de la carcasa, que a su vez influye en la potencia y el rendimiento. Una pantalla más grande ofrece una carcasa más grande que permite una mejor disipación del calor, y el uso de periféricos como discos duros estándares e incluso grabadoras de blu-ray. Además la batería será más grande y durará más. Pero también pesará más y será menos manejable, disminuyendo la percepción de portátil.

Tamaños y usos

+11 o 12 pulgadas: Chromebooks y portátiles de bolsillo pensados para navegar o consultar el correo, así como realizar tareas que no requieren mucho detalle. Hoy en día están en desuso, en favor de las tablets.

+13 o 14 pulgadas: Suficiente para las tareas cotidianas y para usar el portátil fuera de casa, pero pequeño para labores de diseño gráfico, tablas y bases de datos, juegos o visionado de películas.

+15 pulgadas: Es el estándar más popular, pensado para usarse en casa o con un transporte limitado. Cumple bien para cualquier tipo de tarea.

+17 o 18 pulgadas: El tamaño preferido de los diseñadores gráficos, gamers y usuarios multimedia.

Otro factor a considerar es el grado de rotación de la pantalla. Te interesa que pueda girarse en el mayor número de posiciones diferentes para facilitar el ángulo de visión si estás tumbado, o lo usas junto con otras personas:

Por último, debes fijarte en la resolución. Hoy en día es imprescindible que la pantalla ofrezca una resolución de al menos 1080p. Muchos programas y vídeos están optimizados para esta resolución.

Ya existen portátiles, como por ejemplo el Dell Alienware 17 R3 que montan pantallas UHD o 4K, con una resolución de 3180×2160 píxeles. Pero siempre hay que tener en mente que, a mayor tamaño de pantalla o mayor resolución, más consumo de batería.

La última generación de portátiles suele incluir pantallas táctiles. Windows 10 está optimizado para ellas y basta con pulsar un botón para pasar de una interfaz táctil a un escritorio tradicional basado en iconos, así que tienes lo mejor de dos mundos y tu decides cuál usar. Si utilizas el ordenador para navegar, correo o redes sociales, las pantallas táctiles ofrecen un cómodo uso y buen rendimiento. Pero consumen bastante batería.

4: El procesador y la memoria

En este apartado encontrarás los más importantes consejos para elegir y comprar un ordenador portátil.

Los portátiles disponen de procesadores equivalentes a los de sobremesa, pero el rendimiento no es el mismo. Aunque pertenezcan a una misma familia y funcionen a la misma velocidad, los procesadores portátiles suelen ofrecer un rendimiento algo menor porque recortan otras funciones, desde la caché a los hilos, para reducir el consumo.

Estas son las principales familias de CPUs portátiles, de menor a mayor rendimiento:

+Gama de entrada: Intel Atom. Ofrece un rendimiento básico y un bajo consumo de batería. Muy común en laptops de pequeño tamaño, Chromebooks y ordenadores en donde prima la autonomía.

+Gama baja: Intel Pentium/Celeron, AMD E. Suficientes para llevar a cabo tareas básicas como navegar, consultar el correo, redes sociales, edición de texto, aplicaciones de oficina, etc.

+Gama media/baja: Intel Core m3/ m5 / m7. Procesadores de bajo consumo y baja temperatura. No requieren ventiladores para disipar el calor así que dan lugar a portátiles muy silenciosos.

+Gama media: Intel Core i3/ i5, AMD A. Una colección de CPUs todo terreno que ofrecen un buen rendimiento en cualquier tarea, especialmente el i5. Buen equilibrio rendimiento/consumo

+Gama alta: Intel Core i7. La gama más potente de procesadores pensada para el gaming, edición gráfica y otras tareas exigentes.

Ten siempre en mente que, a mayor potencia, más consumo de batería y, por tanto, menos autonomía.

Muchas de estas familias están disponibles desde hace varios años, así que existen varias generaciones. La rama Intel ya va por la sexta generación de procesadores Core, llamada Skylake. Ofrece más del doble de rendimiento que un ordenadores de hace 5 años, consumiendo tres veces menos batería.

El chip gráfico (GPU)

Los portátiles de bajo rendimiento suelen utilizar un chip gráfico embebido (soldado) en la placa base, e incluso integrado en el procesador. Es suficiente para tareas ofimáticas e Internet, pero su rendimiento suele ser escaso en tareas exigentes como jugar a videojuegos, edición multimedia, etc.

Los más modernos disponen de su propia GPU, en un chip independiente o un slot:

NVIDIA es la marca de referencia, con versiones móviles de sus chips de sobremesa, que se distinguen por la M en el nombre. Así, la versión móvil de la placa GTX 980 es GTX 980M. Por regla general, a mayor numeración, más potente es el chip. Para jugar en valores de configuración medios a los juegos más potentes, es suficiente con una GPU GTX 950M o 960M. Para usar los efectos gráficos más espectaculares se requiere un chip GTX 970M o GTX980M.

AMD también dispone de GPUs portátiles con un buen rendimiento, aunque se quedan un poco por debajo de las de NVIDIA. Dispone de las gamas R5, R7 y R9, de menor a mayor rendimiento. Dentro de cada gama están las series 200 y 300, cada una con varias GPUs. A mayor numeración, más potencia dentro de cada gama.

La memoria gráfica o VRAM mínima recomendada es 1 GB, pero ya hay chips gráficos para portátiles que utilizan hasta 8 GB de VRAM.

La memoria RAM

Windows 10 ha sido optimizado para funcionar en ordenadores con poca memoria. Si compras un portátil con 2 GB de memoria RAM se defenderá decentemente, aunque lo recomendable es que tenga al menos 4 GB. Los portátiles de gama alta montan 8 GB de RAM, y los equipos punteros para gaming ya llevan 16 GB.

A mayor cantidad de memoria, más consumo y más calor generado, lo que exigen una correcta ventilación y, por tanto, una carcasa más grande. Es por eso que los equipo con 8 o 16 GB de RAM suelen ir acompañados de pantallas de 17 pulgadas con carcasas generosas, de acabado metálico para disipar mejor el calor.

Ten en cuenta que algunos portátiles vienen con memoria unificada, es decir, una única memoria RAM que comparte el procesador y el chip gráfico. Es una solución barata y válida para tareas básicas, pero produce limitaciones cuando usas programas potentes y ambas componentes se disputan la memoria unificada.

En tareas de gaming y edición gráfica, asegúrate de que el chip gráfico dispone de su propia memoria VRAM independiente.

5: Teclado y Touch Pad

En un portátil los teclados deben adaptarse al tamaño de la carcasas. Además normalmente no se pueden cambiar, así que vas a tener que quedarte con ese teclado para toda la vida.

Comprueba que las teclas son los suficientemente grandes en función de tus dedos, y que están separadas y tiene volumen, es decir, suben y bajan unos milímetros, para que las yemas de los dedos ofrezcan un control preciso. Esto es muy importante si piensas teclear mucho. Mira también si existe teclado numérico, en el caso de que lo necesites. Y teclas de acceso a las funciones principales de Windows. Si es posible, debe incluir un reposamanos.

Si vas a usar muchas hojas de cálculo y otras aplicaciones con muchos menús y ventanas es conveniente que el teclado incluya un pequeño botón táctil o nub entre las letras G y H, que va muy bien para moverte por las ventanas sin tener que levantar las manos del teclado para ir al Touch Pad o al ratón:

También debes comprobar si incluye un Touch Pad (el panel táctil que sustituye al ratón) y es multitáctil (para hacer zoom) e incorpora el uso de dos botones. Un portátil se utiliza en situaciones en donde no puedes conectar un ratón (por ejemplo en la cama o de viaje en el coche o el tren) y el Touch Pad es vital para mimetizar las funciones del ratón.

6: Almacenamiento

El sistema de almacenamiento es tan importante como la CPU, e influye notablemente en su rendimiento.

Hoy en día es muy recomendable optar por los discos sólidos SSD. Consumen menos, son mucho más rápidos, generan menos calor y son más silenciosos. Y han bajado de precio al mismo tiempo que han aumentado su tamaño. Si aún no los conoces, echa un vistazo a este vídeo:

También debes tener en cuenta el nuevo estándar NVME o PCIe x4, que permite conectar discos SSD a través de tarjetas PCI Express.

Hace unos años era muy común que los portátiles incluyesen una grabadora o un lector de disco (CD / DVD / BD) pero ahora, con el almacenamiento en la nube, las memorias USB y las tarjetas SD de gran capacidad, apenas se utilizan. Las unidades de disco internas son pesadas y consumen mucho al tener partes mecánicas, así que si necesitas un lector de este tipo (por ejemplo para ver películas en BD o DVD en el portátil), es más eficiente comprar un lector externo conectable por USB y usarlo cuando lo necesites.

7: Conectividad

Vamos ya con los últimos consejos para elegir y comprar un ordenador portátil.

Las conexiones son indispensables para sacarle un buen rendimiento, y funcionalidades extra. Debe incorporar al menos una salida de vídeo HDMI o DVI para poder conectarlo a un monitor o televisor, cuando necesitemos una pantalla más grande.

También un conector USB 3.0, para el intercambio de datos a gran velocidad. Hoy en día ya es común encontrar portátiles con el nuevo USC- Type C reversible.

Algunas marcas como Apple o Lenovo usan puertos Thunderbolt 1-3, incluso más rápidos que el USB pero menos compatibles.

Un lector de tarjetas también es un extra recomendable, porque hoy en día se usan en multitud de dispositivos, y así puedes mover datos directamente de uno a otro.

Por supuesto, también debe incluir Bluetooth, y al menos WiFi 802.11n. Si es posible, WiFi 802.11ac.

8: Soporte técnico

Este es un factor que muchos usuarios no tienen en cuenta a la hora de adquirir un ordenador, pero es vital en un portátil.

Al contrario que los PCs de sobremesa, que muchas veces se montan con componentes genéricos y la garantía la ofrece la tienda, buena parte de los portátiles disponen de componentes integradas que no están a la venta o que son difíciles de arreglar, así que si algo se estropea, quedas en manos del servicio técnico de la marca.

A la hora de comprar un portátil confía sólo en marcas y fabricantes de confianza, con un servicio técnico contrastado.

Son muchos los aspectos técnicos a tener en cuenta, pero merece la pena dedicar unas horas a examinar toda la información. A cambio disfrutarás de un buen portátil durante muchos años.

BLOG – Cómo programar correos en Gmail para que se envíen después

¿Quieres saber cómo programar un mail en Gmail para enviarlo más tarde? Es mucho más fácil de lo que crees, sólo tienes que instalar Boomerang, un complemento para Firefox, Google Chrome y Safari que te permitirá programar correos muy fácilmente. Descubre cómo hacerlo con este tutorial.

1: Instala la extensión Boomerang para tu navegador

Boomerang es un plugin para Gmail que te permite programar tus mails para que se envíen solos después. Puedes instalarlo desde su página web y está disponible para Chrome, Firefox y Safari. Se trata de una herramienta muy útil para todo tipo de personas, pero especialmente para profesionales que trabajan con gra volúmen de correos electrónicos.

Poder programar el envío de un mail te permite despreocuparte de una tarea que tendrías que tener en mente para el futuro. De esta forma, puedes aprovechar mejor tu tiempo y ser más productivo. Abre la posibilidad a dedicar unas horas durante un día a programar mails rutinarios que de otra forma se convertirían en un problema cotidiano.

Una vez instalado, te aparecerá un mensaje flotante en la parte superior derecha de tu navegador de Internet. Así sabrás que la instalación se ha realizado con éxito. Si haces click en él, te redirigirá a tu cuenta de correo Gmail para comenzar el proceso de aprendizaje.

2: Concede los permisos necesarios a Boomerang

Para poder utilizar extensiones en Chrome o cualquier otro navegador, debes conceder permisos para que dicho programa acceda a tu cuenta. Boomerang no es un caso distinto, ycuando vayas a programar tu primer correo en Gmail, te pedirá permiso en una ventana emergente.

Es posible que tu explorador de Internet bloquee la ventana emergente, en cuyo caso deberás conceder permisos también para que nunca se bloqueen popups lanzados por Gmail.

3: Escribe y programa tu correo electrónico

Para programar un correo electrónico en Gmail usando Boomerang, deberás redactarlo de la misma forma que todos los demás mails. Haciendo click en “Redactar” y escribiéndolo, además de estableciendo el asunto y el destinatario.

Una vez que lo tengas listo para programar, observarás que ha aparecido una nueva opción en la parte inferior de la ventana de redacción. Debajo del botón “Enviar” aparece “Send Later”, que en español significa “Enviar más tarde”. Ahí deberás elegir la fecha y hora en la que quieres que se envíe tu correo.

Una vez que hayas decidido la fecha y hora en la que quieres que se envíe tu correo, deberás confirmarlo en el botón azul de “Confirm”, pero antes de esto, es recomendable que fijes una fecha para que el correo sea rebotado. Para ello debes marcar la opción de “Boomerang this” y, al igual que en las opciones de programación, fijar día y hora.

4: Modifica las opciones de rebote del correo

Una de las opciones más interesantes que ofrece Boomerang es la de rebotar los correosprogramados. Puedes enviarlo cuando quieras y además saber qué ha hecho el destinatario con él.

Es la tercera pestaña que aparece nueva en la ventana de edición de mails. Junto a “Send Later” y “Boomerang this” hay otra opción que nos deja configurar en qué caso queremos que nuestro correo electrónico nos sea devuelto.

Hay cuatro: “If no reply”, “If not clicked” y “If not opened” y “Regardless”, que significan “Si no hay respuesta”, “Si no ha hecho click”, “Si no lo ha abierto” y “En cualquier caso”. De esta formapuedes programar el correo dentro de una cadena de mensajes y enviarlo sólo si no te respondieron al mail anterior, por ejemplo.

Una vez que hayas terminado de configurar tu mensaje, puedes enviarlo. En la zona superior de la pantalla te aparecerá el mensaje que te comunica que ya ha sido programado, así como la fecha en la que saldrá de tu bandeja de correo.

5: Modifica tus mensajes programados desde Boomerang

Si te arrepientes de la fecha o el contenido que programaste para enviar tu correo electrónico, no te preocupes, con Boomerang puedes modificar ambas cosas. También puedes cancelar el envío del mismo si ya no es necesario.

Para ello deberás hacer click en el plugin de Boomerang para Gmail y luego en “Manage Scheduled Messages”. Te redirigirá a la web del servicio y desde allí podrás ver los correos rebotados y los que aún no se han enviado.

Si seleccionas “Edit” en algunos de los mensajes que tienes en tu bandeja saliente de Boomerang, se abrirá una nueva pestaña en el navegador que te llevará a la edición del correo. Allí es donde puedes modificar los parámetros, desde el contenido hasta la fecha de programación.

BLOG – Cómo desinstalar Windows 10 y regresar a Windows 7 o Windows 8.1

Windows 10 está teniendo una muy buena recepción hasta ahora. Así al menos lo demuestran sus excelentes cifras de adopción, según las cuales ya habría alcanzado un 10% de cuota de mercado, y también los buenos comentarios que ha recibido desde la mayoría de los blogs tecnológicos.

Pero como en cosa de gustos no hay nada escrito, siempre puede ocurrir que a alguna persona no le gusten los cambios de este nueva versión de Windows, o bien, que necesite regresar a Windows 7/8.1 debido a falta de drivers adecuados para Windows 10.

Sea cual sea el caso, regresar a una versión anterior de Windows, desinstalando Windows 10, es perfectamente posible, y no resulta muy difícil. A continuación explicaremos paso a paso cómo lograrlo.

Método fácil: desinstalar Windows 10 desde la aplicación de configuración

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Para alegría de muchos, Microsoft ha decidido ponerles las cosas fáciles a quienes se arrepientan de instalar Windows 10 usando la modalidad de actualización (es decir, sin realizar instalación “limpia”, que borra el contenido del disco duro).

Por ello, si hemos instalado Windows 10 “encima” de Windows 7/8.1, usando la promoción de actualización gratuita, podemos revertir esto simplemente yendo a la app de Configuración y presionando un par de botones. Solo hay que seguir estos pasos:

Abrir la Configuración de sistema (clic en menú Inicio > Configuración).
Ir a la sección Actualización y seguridad, y dentro de ella a Recuperación.
Si hemos instalado Windows 10 bajo la modalidad de actualización, deberíamos ver una opción titulada Regresar a Windows 7/8.1. Simplemente hay que presionar el botón “Empezar” dentro de esa sección.
Microsoft nos preguntará la razón por la que queremos desinstalar Windows 10, y también nos entregará algunas advertencias. Por ejemplo, se advierte que tendremos que reinstalar algunos programas, y que necesitaremos recordar nuestra clave de inicio de sesión de Windows 7/8.1 (de lo contrario el PC quedará bloqueado sin que podamos ingresar).

También se recomienda haber hecho una copia de seguridad de nuestros archivos en caso de que algo salga mal, aunque no debería ser necesario usarla, ya que este procedimiento mantiene nuestros archivos personales intactos.
Finalmente hay que hacer clic en el botón “Regresar a Windows 7/8.1” y esperar a que el proceso finalice, lo cual podría tardar varias horas dependiendo de nuestra configuración.

Es importante mencionar que esta opción estará disponible solo durante 30 díasdespués de que actualicemos a Windows 10. Después de esa fecha, los archivos requeridos para regresar a Windows 7/8.1 se eliminarán del disco duro, para así ahorrar espacia (estos archivos pesan unos 20 GB, y también tenemos la opción de eliminarlos manualmente).

Método difícil: Reinstalar Windows 7/8.1 en limpio

Al igual que siempre, en Windows 10 también tenemos la opción de eliminar el sistema del disco duro mediante reinstalar “encima” otra versión de Windows. Sin embargo, para ello es importante seguir estos pasos previos:

Hacer una copia de seguridad de nuestros archivos

Con el método fácil, hacer una copia de seguridad era algo recomendable pero no imprescindible, pero al hacer una reinstalación limpia el hacer copias de seguridad se convierte en algo obligatorio si es que no queremos perder nuestros archivos personales.

AL HACER UNA REINSTALACIÓN LIMPIA EL HACER COPIAS DE SEGURIDAD SE CONVIERTE EN ALGO OBLIGATORIO SI ES QUE NO QUEREMOS PERDER NUESTROS ARCHIVOS

Para estos fines, Windows 10 incluye 2 sistemas de copias de seguridad: uno más moderno, llamado Historial de archivos, pero que es solamente compatible con Windows 8.1, y otro más antiguo y con menos funciones, pero que ofrece compatibilidad con Windows 7.

Para hacer una copia de seguridad con el Historial de archivos hay que ir aConfiguración > Actualización y seguridad > Copias de seguridad y ahí seleccionar el botón “Agregar unidad”. Luego hay que conectar un disco externo con el espacio suficiente, y esperar a que se complete la primera copia de seguridad.

Para hacer una **copia de seguridad compatible con Windows 7** también hay que ir a *Configuración > Actualización y seguridad > Copias de seguridad*, pero luego seleccionar la opción **Ir a copias de seguridad y restauración (Windows 7)**.
Aparecerá una ventana del Panel de Control, en la cual hay que hacer clic enConfigurar copia de seguridad. Finalmente, solo queda conectar una unidad externa con espacio suficiente, y seguir las instrucciones del asistente hasta que la copia de seguridad se complete.

Conseguir un DVD o unidad USB para instalar Windows 7/8.1

Para poder hacer una instalación limpia necesitamos de un medio físico con los archivos de instalación de Windows 7/8.1, para así poder iniciar el PC directamente desde esa unidad (sin entrar a Windows 10) e iniciar el proceso que sobre-escribirá los archivos de sistema.

Lo ideal sería contar un disco de instalación proporcionado por el fabricante, pero si no disponemos de él, Microsoft nos permite descargar los archivos de instalación directamente desde la web, de forma completamente legal.

Simplemente hay que entrar a esta página, elegir la versión que deseamos descargar (7 u 8.1), seguir las instrucciones. Aquí aparecen 2 cursos de acción distintos dependiente de si queremos hacer downgrade hacia Windows 7 o hacia Windows 8.1.

Para el caso de Windows 7 se nos exigirá primero ingresar una clave de producto válida, para lo cual podemos utilizar la misma que venía junto a nuestro PC, o una correspondiente a una licencia retail de Windows 7. Luego hay que indicar si deseamos descargar la versión de 64 o de 32 bit (para saber que versión nos corresponde hay que ir a Configuración > Sistema > Acerca de > Tipo de sistema, dentro de Windows 10), y finalmente iniciar la descarga del archivo ISO.

Una vez descargado, Windows 10 nos permite grabarlo directamente en un DVD, sin requerir de software adicional. Solo hay que insertar un disco vacío, luego hacer clic derecho sobre el archivo ISO, y seleccionar la opción Grabar.

Para convertir el archivo ISO en un disco USB de instalación es necesariodescargar e instalar esta herramienta, ejecutarla y luego seguir las instrucciones del asistente.

Para el caso de Windows 8.1 el proceso es un poco más sencillo. No se requiere que ingresemos una clave de activación en el sitio web, y lo que se descarga no es un archivo ISO, sino que una herramienta llamada Media Tool Creator, que permite directamente crear DVDs y unidades USB de instalación de Windows 8.1.

Simplemente hay que ejecutar el archivo descargado, seguir los pasos del asistente, y listo. Eso sí, debemos indicar correctamente cual es la edición y arquitectura de Windows 8.1 que queremos instalar. Esto es muy importante porque nuestra clave de activación sólo servirá para una edición en particular de Windows 8.1: la que teníamos instalada antes de actualizar a Windows 10.

La arquitectura del sistema la podemos revisar en Windows 10, yendo aConfiguración > Sistema > Acerca de > Tipo de sistema. Y en la misma sección “Acerca de” debería mostrarse cual edición de Windows 10 tenemos instalada: Home o Pro. Si nuestra edición es Pro, es casi seguro que la edición de Windows 8.1 instalada antes también era Pro (si nuestra edición actual es Home, hay que instalar el Windows 8.1 “a secas”).

Y empezar la instalación

Cuando ya hayamos creado una copia de seguridad con el método correspondiente, y tengamos en nuestras manos el medio físico de instalación, solo queda empezar la instalación en sí.

Para ello hay que insertar/conectar el DVD o unidad USB el equipo, reiniciarlo, y asegurarnos de que el sistema inicie (bootee) desde la unidad de instalación, y no desde Windows 10. Con ello aparecerá el asistente de instalación de Windows 7/8.1.

Una vez ahí solo hay que seguir las instrucciones que se mostrarán, pero prestando atención a que cuando se pregunte por el tipo de instalación que queremos, seleccionamos la opción “Instalación personalizada” en lugar de “Actualización”.

Luego, se mostrarán todas las particiones existentes en el PC. Debemos elegir aquella en que se haya instalado Windows 10 y eliminar su contenido, y elegirla como unidad para instalar Windows 7/8.1.

Y listo. El resultado será una instalación limpia del sistema operativo anterior, en la cual podremos restaurar nuestros archivos mediante la copia de seguridad que hicimos en el paso 1. Sin embargo, a través de este método no hay forma de recuperar los programas y aplicaciones previamente instalados: hay que volverlos a instalar todos manualmente (aunque muchas aplicaciones moderna se pueden re-instalar masivamente desde la Tienda de Windows 8.1).

Otro método fácil: restaurar la configuración de fábrica

Por último, existe un método igual de fácil que la desinstalación de Windows 10 desde la configuración, pero que además entrega todas las ventajas de rendimiento que disfrutamos al hacer una instalación limpia. Se trata de la opciónrestaurar configuración de fábrica, que también está disponible desde la app de Configuración de Windows 10.

Esta opción restaura nuestro PC al estado en que se encontraba cuando lo compramos en la tienda y lo usamos por primera vez, lo que incluye a su sistema operativo original. Para ello utiliza los archivos de la partición de recuperación creada por el fabricante.

Para restaurar el PC con esta opción solo hay que ir a Configuración > Actualización y seguridad > Recuperacion y presionar el botón “Comenzar” dentro de la sección “Restablecer este PC”.

Luego de eso aparecerá un cuadro de diálogo con 3 opciones:

Mantener mis archivos
Quitar todo
Restaurar la configuración de fábrica

Como ya habrán adivinado, la opción que hay que seleccionar es esta última. Luego de eso simplemente hay que seguir las instrucciones que mostrará el sistema.

Todo muy sencillo, pero aun así cabe mencionar algunas advertencias. Primero, como se imaginarán, este método borra por completo nuestros archivos y aplicaciones, por lo que aquí también necesitamos hacer copias de seguridad. Segundo, existirán algunos casos en que esta opción no esté disponible, ya sea porque el fabricante no la habilitó, o porque hemos borrado los archivos de recuperación. Y tercero, al parecer este mecanismo solo sirve para regresar a Windows 8 o Windows 8.1, no hacia Windows 7.

BLOG – Open365, una alternativa libre y gratuita a Microsoft Office 365

Si hoy en día hay una herramienta que no suele faltar en cualquier ordenador esa es una suite que permita trabajar con documentos de texto, hojas de cálculo o hacer nuestras presentaciones, entre otras. En este sentido,Office, la suite de Microsoft es una de las más populares, sin embargo, es una herramienta de pago.

Como no todo el mundo está dispuesto a comprar este tipo de herramientas, puesto que es posible encontrar otras similares de forma totalmente gratuita, Microsoft ofrece también la versión Office 365, una solución de suscripción del paquete Microsoft Office que cuenta con Word, Excel, PowerPoint, Outlook y Acces y de la que se puede disfrutar realizando unalquiler por meses o años.

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Pues bien, ahora se ha lanzado una nueva alternativa a Office 365 que permite editar o crear documento online y que aunque de momento está en fase beta, ya es posible probarlo desde su página web oficial. Se puede usar desde un navegador web o descargar los clientes para los equipos de escritorio tanto si son Windows, Linux, Mac o incluso Android. Los usuarios iOS deberán esperar un poco más aunque también tendrán posibilidad de disfrutar de Open365, que es como ha sido llamada a esta alternativa a Office 365.

Open365 es de código abierto y gratuita y cuenta con dos características principales que son, poder sincronizar archivos entre dispositivos gracias a su servicio de almacenamiento en la nube o ver, editar y crear documentos en la nube utilizando la tecnología ofrecida por el paquete de código abierto LibreOffice online.

Si quieres comenzar a probar Open365, ya es posible inscribirse desde su página web oficialy además conseguirás 20 gigas de almacenamiento, aunque no está claro si es sólo durante el periodo de prueba o también se ofrecerán una vez que salga disponible la versión final.

Junto con el servicio propio de poder crear o editar documentos con los formatos más típicos como docx, xls o ppt, Open365 es compatible con un visor de imágenes que soporte todos los formatos de imágenes más comunes y un reproductor multimedia para visualizar contenidos de audio y vídeo. Tanto los directorios como los archivos individuales, pueden ser compartidos o borrados de forma online, al igual que es posible añadir o subir nuevos archivos a la interfaz web desde el propio navegador que utilicemos.

Una de las características interesantes que ofrece Open365 es la posibilidad de crear bibliotecas de archivos en la web y poder cifrar el contenido bajo contraseña. Como otros servicios en la nube, es posible compartir archivos con usuarios o grupos de usuarios teniendo un control total sobre los enlaces y permisos compartidos.

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A la hora de editar cualquier documento, simplemente con un doble clic en la interfaz web sobre cualquier documento de Office y Open365 lo cargará en el editor asociado. Una vez ahí, es posible comenzar a editarlo, leerlo o mandarlo imprimir. Los documentos se pueden guardar en la nube, en local o también se pueden exportar en diferentes formatos.

El cliente de sincronización permite arrastrar y soltar las carpetas o documentos que queremos sincronizar con la nube o utilizar el explorador de carpetas que tiene incorporado para que cada usuario utilice lo que más cómo le resulte. Una serie de ajustes permiten también establecer los límites de velocidad de las subidas y descargas, desactivar la sincronización http, etc.

BLOG – Cómo Proteger tu iPhone de los Hackers

iPhone 6

El FBI, junto al gobierno de los Estados Unidos, han hackeado el iPhone 5c del terrorista de San Bernardino en los últimos días, hecho que nos hace recordar que los teléfonos o cualquier otro aparato electrónico no son objetos impenetrables, ni mucho menos. Mientras la mayoría de la gente no tiene datos ocultos del FBI o de su gobierno, los hackers actúan robando datos financieros e información personal de la gente normal. Tu iPhone guarda no solo selfies de tus vacaciones. Tu cuenta de correo, por ejemplo, es una puerta de entrada por la que los más expertos podrán conseguir tus contraseñas bancarias. ¿Quieres evitarlo?

Como lavarse los dientes o las manos, una ciber-higiene a tiempo nos evitará preocuparnos por estos ataques en línea y prevenir así un desastre. Te vamos a dar 5 claves para que tu dispositivo Apple esté a salvo de cualquiera o, al menos, le sea muy pero que muy difícil acceder a tu vida sin permiso.

Bloquea con PIN o código tu terminal

iPhone código seguridad Actualmente, son más las personas que utilizan algún patrón de desbloqueo o PIN para proteger su dispositivo. Si dejamos nuestro móvil sin él, es como si dejáramos la puerta principal de casa abierta. Un código de 4 dígitos –y un sistema de autodestrucción de la memoria pasando los intentos de uso de códigos– forzó al FBI a buscar una alternativa de desbloqueo. Utilizando un código de 6 dígitos, aumentarás 100 veces la protección. Y si quieres hacerlo aún más seguro, puedes añadir letras y otros caracteres para incrementar el número de combinaciones.

Estas son opciones que tanto iPhone como los dispositivos Android tienen de serie. La función de autodestrucción es algo que puedes activar desde los ajustes bajo el uso del Touch ID y una contraseña determinada. Haciendo esto, tu dispositivo borrará la memoria tras 10 intentos. Pero cuidado con esta función, porque tus hijos podría estar jugando con tu teléfono y arruinarte todo el contenido privado.

Encripta tu terminal

iPhone encriptado Para disgusto del FBI, los iPhone con iOS 8 en adelante ofrecen una encriptación de la memoria de manera nativa. Eso significa que la información almacenada en el teléfono no se puede extraer y leer en otro equipo por nadie. Si el teléfono no está desbloqueado previamente, toda información obtenida se transformaría en algo ilegible.

Con Android, sin embargo, esta encriptación no viene activada de fábrica y debemos acudir a los ajustes para ponerla en marcha. Solo los dispositivos de la gama Nexus ofrecen este cifrado de seguridad de forma nativa. Además, el 2,3% de dispositivos Android tiene instalada la última versión, por lo que pocos pueden beneficiarse de dicha función a día de hoy.

Activa Find My iPhone

Find My iPhone Esta función no solo sirve para localizar tu móvil entre los cojines del sofá. Si tu iPhone desaparece, puedes ponerlo en Modo Perdido (Lost Mode). Esta función bloqueará la pantalla de tu terminal con un código de acceso. En el momento en que encuentres tu dispositivo, se te avisará con un número de teléfono donde deberás llamar para conseguir de nuevo acceso a tu terminal.

La aplicación viene de forma nativa con todos los iPhone, pero hay que configurarla antes de perderlo. Si tu iPhone es nuevo, debes buscarla en la carpeta Extras. Mientras tanto, la activación automática del bloqueo de pantalla es una maravilla para casos de robo. El móvil se volverá inutilizable –no podrá ser reactivado sin saber el Apple ID y contraseña–. Esta característica está disponible a partir de iOS 7. Y si todo lo demás fallara, podrá vaciar tu iPhone de manera remota. Al menos tu información no estará en manos ajenas y peligrosas. En Android no hay de serie nada similar que consiga estos resultados, aunque sí la app Google’s Android Device Manager gratuita en la tienda.

Haz un Backup

iCloud back up Si has tenido que borrar todos tus datos de manera remota por pérdida o robo del terminal, al menos habrás hecho una copia de seguridad de toda esa información ya desaparecida. Esto es muy útil también cuando algún bichejo de la casa destruye tu iPhone ‘de manera accidental’. Tanto Find My iPhone como su homónimo en Android nos permitirán hacer esto configurándolo siempre antes de que ocurra una desgracia.

Mantente actualizado

Actualizando iPhone Las actualizaciones de software a menudo contienen correcciones para errores conocidos que podrían dar a los hackers una manera para entrar a tu dispositivo. Puedes ir a Ajustes – General – y ver qué versión de iOS es la que tienes instalada. Actualmente, y para el público normal, está disponible iOS 9.3.1 e iOS 9.3.2 para desarrolladores, por lo que a partir de hoy intenta mantener tu dispositivo actualizado a esta versión o superiores.

Lo complicado es en Android, cuyas actualizaciones deben pasar por varios fabricantes antes de llegar a convertirse en una actualización oficial para todos. Y esto no solo se aplica al sistema de tu móvil, sino también a las aplicaciones de manera individual. Si recuerdas, hemos comentado que la aplicación de correo puede ser una entrada muy jugosa para los hackers, así que debes mantenerla al día.

Realmente, no es nada difícil mantener tu iPhone seguro y fuera del alcance de los expertos de la red. Sin embargo, debemos coger una rutina de actualizaciones, podremos cambiar nuestro PIN o código de seguridad cada cierto tiempo, lo que conlleva estar más atento al teléfono de lo que lo estamos actualmente, que ya es demasiado. Conecta cada día tu iPhone a tu ordenador con iTunes y haz una copia de seguridad, así no tendrás que preocuparte continuamente por perder tus datos. Mima tu iPhone todo o más de lo que puedas, porque el día menos esperado podrías lamentarlo.

BLOG – Cómo limpiar la pantalla del celular y otros dispositivos electrónicos sin estropearla

A menudo surge el dilema de qué es lo más apropiado para limpiar las pantallas de los dispositivos electrónicos.

Y es que tanto los monitores de los celulares, las tabletas y las laptops no sólo se llenan de polvo y huellas, sino que están contaminados con gérmenes y bacterias.

Durante la fabricación, la mayoría de las pantallas de estos aparatos pasan por varios procesos químicos que generan resistencia y están eléctricamente cargados para lograr una superficie táctil. Por eso, esas superficies son muy sensibles a determinadas sustancias químicas.

De modo que no se puede utilizar cualquier tipo de solvente, ya que es posible que se acabe estropeando los dispotitivos.

Por eso, BBC Mundo consultó a varios expertos para conocer cuál es la mejor manera de limpiar las pantallas de celulares, tabletas y laptops para evitar tener que llevarlas a reparar.

Consejos

Existen tres opciones recomendables para quitar la suciedad de los dispositivos, según Martín Errante, gerente de producto del fabricante de teléfonos Motorola, en Argentina:

Opción 1: usar un paño de gamuza suave y seco.
Opción 2: emplear mismo paño apenas húmedo.

En todos los casos, el paño debe estar bien limpio. Si ha sido usado y tiene polvo, temina rayando la pantalla.

Opción 3: llevarlo a un centro de servicio autorizado, donde pueden hacerle una limpieza más profunda a todo el teléfono en caso de que esté muy sucio.

¿Y los gérmenes?

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - BLOG - Cómo limpiar la pantalla del celular y otros dispositivos electrónicos sin estropearla — Image captionLos gérmes abundan en las pantallas de móviles porque están en constante contacto con las manos.

Si bien estos consejos sirven para mantener el aparato en el mejor de los estados, aún sigue la duda de cómo eliminar los gérmenes.

Un estudio publicado en diciembre sobre los hábitos de higiene en el hogar, realizado en conjunto por la Fundación de Estudios para la Salud y la Seguridad Social (FESS) y la Universidad de Barcelona, en España, advierte que el teclado de una computadora o la pantalla de un celular pueden llegar a tener hasta 30 veces más microorganismos que una tapa de inodoro limpia.

Esto se debe a que las pantallas táctiles de los teléfonos y otros aparatos están en constante contacto con nuestras manos.

El doctor Charles Gerba, profesor de Microbiología y Ciencias Ambientales de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, quien también estudió la presencia de bacterias en los teléfonos celulares, le dijo a BBC Mundo: “La recomendación es limpiarlos con desinfectante”.

Pero, ¿cuál es la mejor manera de quitar la suciedad de las pantallas sin dañarlas?

“Una de las mejores formas para que una pantalla táctil quede impecable es utilizando alcohol, ya sea isopropilico o etílico”, destaca la ingeniera química Tamara Rodríguez, desde Venezuela.

Sin embargo, la ingeniera advierte que si la limpieza con estos productos es “frecuente, a largo plazo podemos generar un desgaste considerable en la superficie, debido a que hoy en día dichas pantallas vienen con un recubrimiento especial que ayuda a minimizar las suciedades y grasas que se adhieren al teléfono”.

Y agrega que las pantallas “son muy sensibles a cualquier sustancia líquida, como en el caso de las pantallas LED, LCD o plasma, en las cuales se podría dañar los pixeles”.

Para la experta, hay que realizar una especie de “poción química” para liberar a los aparatos de gérmenes y, a la vez, no perjudicar su funcionamiento.

“Se puede acompañar la limpieza con un poco de agua destilada porque al no poseer sales ni bacterias es un excelente agente limpiador. Sin embargo, no elimina las bacterias”, advierte Rodríguez.

“Así que se puede mezclar con una pequeña cantidad diluida de alcohol isopropilico o ácido acético (se encuentra en el vinagre) para la eliminación de bacterias, debido a que estas sustancias son de pH bajo y los microorganismos no sobreviven a esos niveles de pH”, le explica a BBC Mundo.

Según Rodríguez, con “el alcohol isopropilico se reduce el riesgo de daño eléctrico en caso de penetrar en el interior del equipo; se evapora rápidamente y es muy efectivo eliminando grasas“.

Del mismo modo, Martín Errante afirma que los servicios técnicos de los teléfonos móviles “suelen utilizar alcohol isopropilico, pero se recomienda que este procesolo haga una persona entrenada“.

Qué no usar o evitar

• Toallas, pañuelos faciales o cualquier material áspero para limpiar los aparatos.

• Agua de grifo, ya que contiene cloro y genera manchas en la pantalla.

• Rociar directamente el dispositivo, ya que corre el riesgo de que el líquido entre al interior del equipo ocasionando daños. Primero rociar el paño y luego frotar en una misma dirección.

Así que, a tener cuidado de qué producto elegir antes de limpiar las pantallas para después no sufrir un dolor de cabeza con el precio del servicio técnico.

BLOG – Cómo Hacer tu iPhone o iPad Seguro para los Niños

Hoy en día las nuevas tecnologías están a la orden del día entre los más pequeños de la casa, incluso me atrevería a decir que a veces saben manejar los dispositivos mejor que nosotros mismos. Si tienes pequeños en casa y los sueles dejar el iPhone o el iPad de vez en cuando para que jueguen, puede que te interese saber cómo hacer que los dispositivos sean seguros.

No es la primera vez que un padre pone el grito en el cielo a ver cómo su hijo se ha gastado grandes cantidades de dinero en compras integradas en algún juego o al darse cuenta de que ha borrado alguna foto o documento importante. Todo esto se puede evitar gracias a los Controles Parentales, una función que no todo el mundo sabe que existe, pero que puede ser de gran ayuda en estos casos.

A continuación te contamos cómo funcionan los Controles Parentales y cómo puedes utilizarlos para hacer que tu iPhone o iPad sea más seguro a la hora de dejárselo a los niños. ¡Vamos allá!

¿Qué son las restricciones y para qué se utilizan?

Gracias a las restricciones es posible limitar el uso de determinadas aplicaciones y áreas en un iPhone o iPad. Entre estas aplicaciones se encuentra Safari, la Cámara, FaceTime, Siri o incluso la App Store, incluyendo las compras in-app.

Más allá de las aplicaciones, también se pueden bloquear otros parámetros interesantes, por ejemplo limitar el volumen para que tu hijo no lo suba al máximo cuando utiliza auriculares. Por otro lado, las características importantes sobre la privacidad también están disponibles en el área de restricciones, como la posibilidad de desactivar el acceso a los contactos, entre otras cosas.

Para activar las restricciones en tu iPhone o iPad sólo tienes que ir a Ajustes – General – Restricciones y activar la opción. En este punto se te pedirá crear una contraseña que tendrás que utilizar más adelante cuando quieras desactivarlas de nuevo. ¡No te olvides de la contraseña! Porque en ese caso tendrás que borrar todo el dispositivo y configurarlo de nuevo para eliminarla.

Una vez has creado la contraseña podrás acceder a la zona de restricciones, donde podrás ajustarlas a tu gusto. En la zona de Permitir podrás decidir las aplicaciones que no quieres que se utilicen y las que sí, aunque únicamente están las apps de Apple y no las de terceros.

En ese caso, tal y como comentan desde iDropNews, la única solución es eliminar la app de terceros del dispositivo y después restringir el acceso a la App Store para que no la pueda descargar de nuevo. Pero sin duda una de las mejores restricciones es la de las compras in-app, ya que puedes evitarte un gran disgusto si juegan a algún juego que cuente con esta opción.